"La fe no quita nada a vuestro genio, a vuestro arte, es más, lo exalta y lo nutre, lo anima a atravesar el umbral y a contemplar con ojos fascinados y conmovidos la meta última y definitiva, el sol sin crepúsculo que ilumina y hace bello el presente."
Benedicto XVI
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TRES VIA CRUCIS PARA LLEGAR A LA ALEGRÍA DE LA RESURRECCIÓN
El 21 de enero nos informan que vamos a participar cantando en tres Via Crucis: en Toledo, Segovia y Madrid. Empiezan a darnos las nuevas obras, estudiamos cómo pronunciar cada palabra, cada sílaba... En ocasiones nuestros ensayos son pequeños Via Crucis, pues cuando parece que algo no sale o no suena bien (las caídas) se soluciona con trabajo y ensayos tanto personales como por cuerdas (volvemos a levantarnos).
Interpretamos el Via Crucis en Toledo. Lo que más me impresionó fueron las meditaciones que se hicieron de casos concretos sobre cristianos perseguidos en el mundo: un obispo desaparecido hace más de 20 años, una niña acusada de blasfemar por una difamación, un joven musulmán que se convierte al cristianismo y es por ello disparado en la calle... Cada historia real se narra en cada estación. Los cristianos perseguidos de otros países como Irak, Siria, India o Madagascar son las que nos ayudan a cantar cada estación teniéndoles muy presentes, rezando por ellos con nuestras canciones.
En el Via Crucis en Segovia oímos, antes de interpretar cada canción, los mismo textos leídos que en Toledo. Pero, como en la vida misma, la situación personal hace que se oigan de diferente manera, que te plantees nuevas cosas. Porque para la mayoría de los que estamos en el coro, nuestra afición a la música no se reduce al canto, para eso hay muchos otros coros, nuestros conciertos siempre son algo más.
Y, por último, cantamos en la Catedral de Madrid. Las canciones parecen salir solas, estamos a gusto. Impresiona la tamborrada, el eco del estruendo en la bóveda... Jesús muere por ti y por mí.
Tanto en Toledo como en Segovia concluimos cantando "In Paradisum" de Faure, porque creemos en la alegría del cielo y de la resurrección. Así es también nuestra alegría cuando terminamos cada uno de nuestros conciertos o actos en los que participamos. Hay mucho trabajo duro detrás, pero lo que queda, lo que nos hace disfrutar, es lo que nos hemos dado. Gracias a todos los que hacéis que esto siga siendo posible.
Mª José Imbert
Coro JMJ
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